Todo Comenzó con una Idea Simple
Hace seis años, tres desarrolladores veteranos nos encontramos tomando café en Málaga. Habíamos trabajado en estudios grandes, pequeños startups, proyectos que fracasaron y otros que triunfaron. Pero algo nos molestaba: la brecha entre lo que se enseñaba en las universidades y lo que realmente necesitaban los estudios de juegos.
Así nació lunaveriqo. No como otra escuela de programación, sino como un lugar donde los estudiantes aprenden haciendo—creando juegos reales, enfrentando problemas reales, trabajando con las herramientas que usan los profesionales cada día.
Hoy, después de formar a más de 280 estudiantes, seguimos con la misma filosofía: aprender creando, fallar rápido, mejorar siempre.